Club La Sala Café es el nombre que reciben las reuniones de los jueves en
CCI, si quieren ir se las recomiendo, bueno tienen un boletín donde nos mandan excelentes reflexiones, eso si todas pirateadas y sin dar crédito a los autores de las mismas, cosa rara siendo que las escribe La May, aun recuerdo sus criticas sagaces hacia mi ortografía, pero bueno eso es harina de otro costal, les dejo la de esta semana (con mis comentarios obviamente).
Un hombre rico y su hijo tenían gran pasión por el arte. Tenían de todo en su colección, desde Picasso hasta Rafael. Muy a menudo, padre e hijo se sentaban juntos a admirar las grandes obras de arte. Cuando el conflicto en Vietnam surgió, el hijo fue a la guerra. Fue muy valiente y murió en la batalla mientras rescataba a otro soldado. El padre recibió la noticia y sufrió profundamente la muerte de su único hijo.
Un mes más tarde, alguien tocó a la puerta. Un joven con un gran paquete en sus manos le dijo al padre. "Señor, usted no me conoce, pero yo soy el soldado por quien su hijo dio la vida. El salvó muchas vidas ese día, y me estaba llevando a un lugar seguro cuando una bala le atravesó el pecho, muriendo casi instantáneamente. El hablaba mucho de usted y de su amor por el arte". El muchacho extendió el paquete: "Yo se que esto no es mucho. Yo no soy un gran artista, pero creo que su hijo le hubiera gustado que usted recibiera esto". El padre abrió el paquete. Era un retrato de su hijo pintado por el joven soldado. El contempló con profunda admiración la manera en que el soldado había capturado la personalidad de su hijo en la pintura. El padre estaba tan atraído por la expresión de los ojos de su hijo que los suyos propios arrasaron de lágrimas.
Le agradeció al joven soldado y ofreció pagarle por el cuadro. "Oh no señor, yo nunca podría pagarle lo que su hijo hizo por mí. Es un regalo". El padre colgó el retrato arriba de la repisa de su chimenea. Cada vez que los visitantes e invitados llegaban a su casa, les mostraba el retrato de su hijo antes de mostrar su famosa galería.
El hombre murió unos meses más tarde y se anunció una subasta para todas las pinturas que poseía. Mucha gente importante y de influencia acudió con grandes expectativas de hacerse con un famoso cuadro de la colección.
Sobre la plataforma estaba el retrato del hijo. El subastador golpeó su mazo para dar inicio a la subasta. "Empezaremos los remates con este retrato del hijo. ¿Quién ofrece por este retrato?" Hubo un gran silencio. Entonces una voz del fondo de la habitación gritó: Queremos ver las pinturas famosas. Olvídese de ésta. Sin embargo el subastador persistió: ¿Alguien ofrece algo por esa pintura? ¿$100.00? ¿$200.00? Otra voz gritó con enojo: No venimos por esta pintura. Venimos a ver los Van Goghs, los Rembrants. Vamos a las ofertas de verdad. Pero aun así el subastador continuaba su labor: ¡El hijo, el hijo! ¿Quien se lleva el Hijo? Finalmente, una voz se oyó desde muy atrás del cuarto: Yo doy $10.00 por la pintura. Era el viejo jardinero del padre y del hijo, sendo este muy pobre, era lo único que podía ofrecer. ¡Tenemos $10.00! ¿Quién da $20.00? gritó el subastador. ¡Désela por $10.00 y muéstranos de una vez por todas las obras maestras! Dijo otro exasperado. ¡$10.00 es la oferta! ¿Dará alguien $20.00? ¿Alguien da $20.00? La multitud se estaba poniendo muy enojada. No querían la pintura del hijo. Querían las que representaban una valiosa inversión para sus propias colecciones. El subastador golpeó por fin el mazo: Va una, Van dos, vendida por $10.00. Un hombre que estaba sentado en segunda fila gritó feliz. Ahora empecemos con la colección.
El subastador soltó su mazo y dijo: "Lo siento mucho damas y caballeros, la subasta llegó a su final" "¿Pero qué de las pinturas?" - dijeron todos. "Lo siento. Cuando me llamaron para conducir esta subasta, se me dijo de un secreto estipulado en el testamento del dueño. Yo no tenía permitido revelar esta estipulación hasta este preciso momento. Solamente la pintura del Hijo sería subastada. Aquel que la comprara heredaría absolutamente todas las posesiones de este hombre, incluyendo las famosas pinturas. El hombre que compró al hijo se queda con todo. "
Reflexión: Dios nos ha entregado a su Hijo, quien murió en la cruz hace 2000 años. Así como el subastador, su mensaje hoy es: EL HIJO, EL HIJO ¿QUIEN SE LLEVA AL HIJO? QUIEN AMA AL HIJO LO TIENE TODO. Mateo 6:33 " Buscad primeramente el Reino de Dios y su Justicia y todas las cosas se os darán por añadidura".
Bueno, para empezar, ignoro de donde lo obtuvieron pero algo parece ser seguro, este escrito no es nuevo, de ello
da testimonio google. Por otro lado no encontré al autor original del escrito por ningún lado, tal vez este perdido allí en el ciber espacio, pero no será fácil encontrarlo, así que pues por el autor en esta ocasión no hay pez.
Segundo, este escrito a mi no me habla de ningún valor espiritual, menos es un paralelismo, pues si queremos equipararlo al Hijo, refiriéndonos a Jesús, el fue neta, autentico, no era una especie de truco, es decir, el que lo sigue ya sabe lo que busca, no es como el jardinero, que de chiripa se quedo con todo.
Esto en lugar de darme la enseñanza que ponen al final (mismo que pusieron en casi todos los sitios que encontré), mas bien me enseña sobre la suerte, es decir para empezar, que tenia que estar haciendo allí el jardinero? Segundo, no seria plan con maña y el jardinero ya lo sabría?, es decir actuaría deshonestamente.
Otra cosa, según leo y entiendo veo que de nada serviría lo que uno estudie, trabaje ahorre, mas bien nos vamos a las subastas de los mas adinerados haber si le pegamos al gordo, total lo importante es tener suerte, dice un amigo, regio-chiapaneco que allá en Chiapas le decía una señora, fíjese Don Manuel que en este mundo lo mas importante es tener suerte, esta señora dio con la moraleja de esta narración aun sin leerla, lo mas importante es la suerte.
Moraleja Real de la historia: lo mas importante en este mundo es tener suerte.